sábado, 2 de julio de 2011

Desierto de sal.

Salar de Uyuni, Bolivia.
En el extremo  Sudoeste  de Bolivia, departamento de Potosí, a 3700 mts de altura, se encuentra el salar de Uyuni, es la reserva de Litio, mas grande del mundo, su superficie es de 12000 km2, es decir, si trazamos una línea de sal con la superficie del salar, podríamos  dar la vuelta completa a la tierra. Además de que si no se conoce, es prácticamente imposible salir de allí, ya que el poder magnético del litio, hace que las brújulas no funcionen haciendo nulo cualquier intento por ubicarse.
En épocas de lluvias, entre diciembre y marzo el paisaje se vuelve mas hermoso, ya que la higroscopicosidad del suelo retiene el agua de las lluvias recordandonos el océano que alguna vez dio origen a este impactante y unico lugar  con las montanas Tunapa y Muranta como únicos testigos de tanta belleza.

Para acceder al salar, es necesario llegar a la ciudad de Uyuni, puede accederse a ella de varias maneras; desde Chile, en automóvil o Bus, por el “ Paso de Jama”, hacia Argentina, pasando por Salina Grande (Jujuy), Purmamarca, Tilcara, Humahuaca, La Quiaca, luego cruzar la frontera a Bolivia en Villazon y una vez allí, tomar un bus a Uyuni o por tren al mismo destino. El viaje en bus, puede ser mas corto, pero no tiene mas belleza que el andar por las chirriantes vías del tren, durante  10 horas de infinitos paisajes  y algunos pueblos del camino, olvidados en el tiempo. Un pasaje en clase intermedia tiene un costo de u$s 13. se tiene acceso al salón comedor del tren aire acondicionado y calefacción para la noche como también T.V, para disfrutar de alguna película. Otra opción de llegada es tomar un bus desde San Pedro de Atacama, Chile, con aproximadamente el mismo tiempo de viaje que el anterior. También hay un tren que va directo desde Iquique hasta Uyuni, pero solo parte de la estación los días viernes.
Uyuni es una ciudad pequeña con aires de pueblo,  la gente local tiene siempre una sonrisa para regalar y los niños juegan felices en las calles.
Al llegar a la estación una variedad de puestos de comida te da la bienvenida como un gran banquete, asado de cordero, guisos, empanadas, menú vociferado por las cholitas quienes llaman a los comensales desde sus improvisadas cocinas callejeras.
La calle mas cercana a la estación de tren, posee una variedad de restaurantes y hoteles preparados para el turista, en su mayoría los restaurantes ofrecen pizzas, pastas, y algunos cortes de carne a precios altos que no merecen el esfuerzo.





También hay varios mercados que pueden visitarse como parte del paseo, allí podrán encontrarse una gran oferta de almuerzos por muy poco dinero y con todo el sabor local, eso si, hay  que almorzar temprano ya que estos lugares al no ser para turistas, comienzan su expendio a las 10 de la mañana y al mediodía, los platos suelen acabarse.
Los días Jueves y Domingos la avenida principal se convierte en una interminable feria donde pueden conseguirse millones de cosas, artesanías, frutas y verduras de los mas variados colores, ropa, pomadas y ungüentos locales, comidas, especias y mucho mas.

Por la tarde la misma ofrece  exquisitas comidas callejeras, tal  como puede ser, el brochete de llama asado con papas y picante de maní y ají amarillo, una excelente manera de empezar a palpitar una cena local.
A mi parecer, la mejor manera de conocer un lugar, es a través de su gente y sus sabores, es por eso que siempre prefiero buscar los comedores mas alejados del centro, donde podra disfrutar de un tipico plato de Charquekan,  compuesto de maíz blanco hervido, huevo duro, papas andinas con piel, queso de cabra y una buena cantidad de charque de llama desmenuzado por encima, si se tiene coraje, el picante de tomate, le queda muy bien, estos lugares tienen el encanto de compartir grandes mesas con otras personas, lo que da lugar a la charla, la historias y una mayor comprensión del lugar que se visita, su gente y sus costumbres, todo por el módico valor de u$s 3,5.
La oferta hotelera es de lo mas variada y para todos los bolsillos desde Uds. 4  en hospedajes residenciales de lo mas económicos, hostels para estudiantes de u$s 7 a 15 y hoteles con mucho encanto y comodidad por u$s 32 por una habitación simple, como el “Tambo Aymará”, el cual posee 14 cómodas habitación, calefacción, desayuno buffet, Wi-Fi, T.V satelital, hermosos patios y espacios comunes que dan lugar a la meditación y la lectura y snack bar 24 horas, algo no poco importante ya que la vida nocturna en Uyuni, concluye a las 23 horas.
El salar de Uyuni, la única manera segura de acceder allí, es a través de un Tour, si no se quiere pasar un mal momento o perderse en este inmenso desierto,
La empresa San Juan, ubicada cercana la Terminal de buses, ofrece tours desde las 10.30 horario de salida hasta las 17.30 horas horario de regreso., con un costo de u$s 13 con almuerzo incluido, los experimentados guías y conductores como por ejemplo Lorenzo, agregan un plus al aventurero paseo llenándolo de historias y curiosidades relacionadas al paseo.Al salir de la ciudad de Uyuni,  el viaje comienza desde un accidentado camino de tierra que el jeep atraviesa sin ningún inconveniente, los saltos y la velocidad rompen el hielo con los compañeros de ruta dando lugar a las risas y los comentarios.



Un internacional grupo de 8 personas formabamos el convoy hacia el salar, Luisa una Brasilera que comparaba todo lo que veia con su tierra - En Brasil es mais, grande, mais bonito!; Mauro un musico y sonidista con muy buena onda, Zato, estudiante de arquitectura y musico, Daniela y Tomas una pareja de Chilenos, malabaristas y estudiantes de Kinesiologia, Lorenzo, nuestro guia y conductor y por supuesto, Matias y yo.




La primera parada es en el “Cementerio de trenes “, a los 10 minutos de viaje. Lugar que elegimos para un humeante momento de relax con el grupo. Allí se pueden observar vagones y locomotoras de principio de siglo pasado aun erguidas orgullosas sobre sus robustos cuerpos de hierro.




















El viaje continua hacia “Colchani”, la fabrica de sal. Allí puede observarse a los trabajadores, gente común del pequeño pueblo, visitar el museo atestado de esculturas de sal y comprar artesanías hechas de sal.



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Luego de otros 30 minutos, el tan esperado “Desierto de sal”, comienza a abrirse camino y el sonido de los neumáticos cambia y da paso a un crujido que las piedras de sal hacen al romperse bajo el pesado vehiculo. Luego de un rato de andar, una orilla de agua es el comienzo de un vasto océano de agua salada, que  da paso a una de las 10 maravillas del mundo y  una aventura inolvidable.








Un impactante viaje de unos 40 minutos hacia la nada, con el vehiculo sumergido unos 40 cms, se detiene el motor y podemos experimentar una caminata sobre el agua tibia y saturada de sal y observar como las nubes dibujadas en el cielo se unen con el suelo creando la ilusión óptica de caminar en el aire, ya que el agua sobre el blanco piso, provoca un espejismo que engaña al ojo mas sagaz.








La ultima parada es el hotel de sal, una construcción hecha íntegramente de bloques de sal y donde puede pasarse la noche, por unos u$s 100 por persona, allí la noche es muy fría, por lo que es recomendable hacerse de unas botas de goma y unas medias abrigadas. Pero si de día se esta en el cielo, de noche se esta en el cosmos, flotando entre las estrellas y la oscuridad total, una experiencia imposible de relatar.




Durante el trayecto hacia el hotel se puede viajar en el techo del jeep, si se lo desea, recorrer ese camino, es una experiencia religiosa, la sal en el aire y la luz del sol, hace que todo sea mas brillante y unico, y hace darnos cuenta de la grandeza del universo y de cuan pequeños somos y sin quererlo ni decirlo, nos da un momento de humildad y redención hacia las fuerzas de la naturaleza y el entorno que nos rodea.

Matias - Zato - Daniela - Tomas - Mauro - Luisa

Al bajar del jeep, un momento de soledad ayuda a bajar un poco la adrenalina, permitiendo disfrutar de un exquisito almuerzo compuesto por Ossobuco de llama guisado, Quínoa, queso de cabra, tomates frescos y papas andinas, dentro del hotel de sal. Ese es el momento de consolidación del grupo, la conversación y la sobremesa.
Luego de una ultima caminata, retornamos al viento hacia el atardecer en silencio con las sonrisas dibujadas en nuestro rostros, pensando en que este día quedaria por siempre en nuestros corazones.




Celeste Bennati.
Chef/ Fotógrafa / Blogger.